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MOVILIDAD SEGURA E INCLUSIVA EN PANDEMIA: DE LA INCERTIDUMBRE A LA ACCIÓN | COLOMBIA



Durante el año 2020 ocurrió lo improbable, lo imprevisible: emergió un agente microscópico que desestabilizaría al mundo y sacudiría sus paradigmas para siempre.


¿Quienes proyectan sobre el territorio diseñan reactivamente o visionan proactivamente el futuro y están preparados para cada escenario posible?


Es realmente poco probable que un proyectista esté preparado para cualquier escenario posible dentro de su entorno de acción. La vida orgánica y su interacción con el territorio conforman un fenómeno altamente complejo que opera bajo lógicas inesperadas, no lineales y abiertas. Se rige por variables infinitamente diversas y difíciles de mapear: el proyectista contemporáneo diseña parado en una certeza líquida.



El estado de incertidumbre que abrazó al mundo durante el 2020 vislumbró la realidad dinámica, compleja y caótica que el ser humano creía estática y sólo transformable por su mano. Esta revelación cambiaría para siempre el modo de proceder en la toma de decisiones gubernamentales y proyectuales al rededor del planeta.


Latinoamérica no fue la excepción; sus ciudades se vieron (y se verán) sacudidas por la aparición de nuevas lógicas y condiciones de interacción que estableció el nuevo COVID-19; emergieron nuevas variables inesperadas que se deberán tener en cuenta a la hora de proyectar ciudades. Cada una de estas variables tendría como respuesta estrategias programáticas y especiales que una ciudad pre-covid no contemplaría, por ejemplo el incentivo a los espacios abiertos, el favorecimiento del distanciamiento físico y la promoción de protocolos de bioseguridad.



Las sociedades humanas se sienten incómodas cuando sus proyecciones se sumergen en la incertidumbre y entran en el territorio de lo líquido e impredecible. Ningún país latinoamericano (ni en el mundo) tuvo un protocolo de acción inmediato, no hubiese sido posible contemplarlo. Así que para algunos, lo único que recuperaría aquella sensación de control sería la prudencia. Muchos países y en especial Colombia, atendieron el camino de la prudencia absoluta. Este fue uno de los países que más tardó en adaptarse a la nueva normalidad: tuvo uno de los aislamientos preventivos más largos del planeta. Si bien sus centros urbanos se adaptaron reactivamente a las nuevas lógicas de distanciamiento y bioseguridad, se promovió el camino más “seguro”: favoreció el aislamiento y adaptó (superficialmente) su infraestructura.


En las etapas iniciales de la pandemia, múltiples metrópolis como: Milán, Berlín, Nueva York, CDMX y por supuesto: Bogotá, la capital de la bicicleta, se vieron forzadas a refuncionalizar su infraestructura vial y adaptarla —primitivamente— al uso de las bicicletas, una alternativa clave que movilizaría ciudadanos manteniendo el distanciamiento físico vital.



¿Cómo se adaptaron los ciudadanos y contribuyeron a sus ciudades?


La pandemia del COVID - 19 se expandió rápidamente al rededor del planeta gracias a las crecientes dinámicas de globalización que imperan en el mundo contemporáneo. Mientras el virus se expandía, también lo hacían las estrategias para mantenerse en contacto. Los salones de clase y oficinas mutaron a salas virtuales en las que podrían interactuar simultáneamente individuos de múltiples geografías.


Los estudiantes de arquitectura tampoco se mantuvieron estáticos; en el corazón de la pandemia 48 estudiantes de arquitectura de 10 universidades miembros del colectivo estudiantil CESCA Bogotá se unieron con colectivos feministas como “La llamarada violeta”, “Curvas en bici”, “Las damas de la bici” y “Rueda como niña” para proyectar sumidos en un estado absoluto de incertidumbre y liquidez.



Emergió una estrategia innovadora: Movilidad Segura Inclusiva en Pandemia, MSIP por sus siglas. Un modelo de movilidad disruptivo e inesperado pensado desde el urbanismo táctico. El proyecto entendió las lógicas de la pandemia como una oportunidad y abordó el desafío a través de 4 sistemas: (1) Empoderamiento de la ciudanía, (2) Refuncionalización de infraestructura vial, (3) Adecuación de intersecciones y (4) Establecimiento de estrategias de biciparqueo.


Cada sistema fue pensado para abordar puntos claves de la movilidad en un contexto COVID.


El primero, empoderamiento ciudadano: sistema líder de MSIP; es transversal a los demás. Intangible, aún así encargado de tomar todas las decisiones tangibles del proyecto. Opera en pro de empoderar a la mujer y comunidad con su territorio. Consta de estrategias pedagógicas e incluyentes, además promueve distanciamiento físico, la bioseguridad, la inteligencia ciudadana vial y genera muestras artísticas urbanas.



Una mujer desplazándose en bicicleta empodera todo el género a apropiarse de su ciudad y unirse a al nuevo modelo de movilidad


El segundo, Intersecciones bioseguras, proyectado desde una lógica que entiende las intersecciones no solamente con un riesgo de accidentalidad sino también de contagio. Este sistema dispone dinámicas de distanciamiento estático (2m) y en movimiento (5m) a través de ritmos formales llenos de identidad y dinamismo.



El tercero, Refuncionalización Vial, este sistema refuncionaliza infraestructura urbana para adaptarla a nuevos paradigmas de desplazamiento urbano. Consolida la perdurabilidad de cilclovías primitivas de la pandemia y les impregna identidad, además delimita el distanciamiento en movimiento recomendado (5m).


El cuarto, Estrategias de biciparqueo, entiende una nueva necesidad pública de la ciudad: el parqueo masivo de bicicletas. Un nuevo servicio público para Bogotá. Lo resuelve a través de urbanismo táctico, este sistema tiene en cuenta la desinfección, bioseguridad y el distanciamiento físico.



El proyecto fue reconocido por el Banco Interamericano de Desarrolló y lo publicó en su portal volveralacalle.com junto con múltiples ideas innovadoras para la reactivación del espacio público en Latinoamérica y el caribe.


¿Y qué nos quedará después del COVID-19?


A partir de este proyecto y la experiencia colaborativa de un grupo numeroso, es propio resaltar las lógicas bottom-up de diseño y construcción de ciudad en donde el paisaje lo hacen sus habitantes y las formas infinitamente complejas de habitar coexisten entre sí gracias a la diversidad.


El virus se configura así como un agente inesperado que no sólo transforma su material genético para adaptarse en su expansión sino que también mutan los paradigmas arraigados en el pensamiento común, tanto las lógicas de trabajo colaborativo antes aparentemente imposibles, como la emergencia de impactos colectivos sobre el territorio.


Puede que eventualmente nos volvamos resistentes a este virus en específico, pero los comportamientos del día a día que este convirtió en hábitos perdurarán durante varias generaciones.



El virus nos abrió los ojos: el ser humano es tan solo una pequeña partícula dentro del sistema de interacciones complejas que conforman al territorio. Esta pandemia y las venideras contribuirán a que el humano deje de proyectar desde una visión antropocéntrica en donde el homo-sapiens prima y emergerá un pensamiento de proyecto biocéntrico en donde el diseño se ve permeado transversalmente por una compleja trama de fenómenos e interacciones biológicas.


Escrito por Alejandro Gallego, Coordinador de MSIP


MSIP es un proyecto de CESCA Bogotá.



Líderes


Coordinación proyecto: Alejandro Ortiz Gallego – Pontificia Universidad Javeriana


Dirección sistema de empoderamiento ciudadano: Silvia Gutiérrez – Pontificia Universidad Javeriana, Alejandra Díaz Pabón – Universidad Agustiniana


Dirección estrategias de bici parqueo: Valentina Zamudio – Pontificia Universidad Javeriana y Dimas Vergara Cuervo – Pontificia Universidad Javeriana


Dirección Puentes e Intersecciones: Daniel Camilo Duque – Universidad Piloto de Colombia y María Camila Montes – Universidad Piloto de Colombia


Dirección Refuncionalización de infraestructura vial: Karen Rodas – Pontificia Universidad Javeriana, Landrys Chimá – Universidad Agustiniana y Guillermo Peña – Universidad Piloto de Colombia


Participantes Empoderamiento ciudadano: Elisa Sardi Salamanca – Pontificia Universidad Javeriana, Mariana Correal Tarazona – Pontificia Universidad Javeriana, Laura Camila Cano Figueroa – Pontificia Universidad Javeriana, Liseth Carolina Ramírez Cañón – Universidad Piloto de Colombia, Dilan Alonso Arroyave Morillo – Universidad Pioloto de Colombia, Juan Pablo Huertas Machuca – Universidad Piloto de Colombia, Cristian Mauricio Peralta Rodríguez – Universidad Nacional de Colombia, Jeison Santiago Calderón Zambrano – Universidad Nacional de Colombia, Valentina Villamil Ribero – Universidad Católica De Colombia y Julián Andrés Castro Rojas – Universidad Agustiniana


Participantes Estrategias de biciparqueo: Manuela Pacheco Coral – Pontificia Universidad Javeriana, Juanita Montoya Gil – Pontificia Universidad Javeriana, Juan Camilo Rincón Villate – Pontificia Universidad Javeriana, Isabella Jaramillo Ramirez – Pontificia Universidad Javeriana, Sebastián David Romero Saza – Universidad Agustiniana, Diana Rocio Ramirez – Universidad Agustiniana, Johan Sebastian Cárdenas Lemus – Universidad Nacional de Colombia, Dayana Ruiz – Universidad Católica de Colombia y Tatiana Valencia Antonio – Universidad La Gran Colombia


Participantes Puentes e intersecciones: Nicolas Gualdrón Rincón – Universidad Piloto de Colombia, Gabriela Sofia Rojas Hernández – Universidad Piloto de Colombia, Laura Alejandra Forero Manrique – Universidad Piloto de Colombia, Sara Isabel González – Universidad Piloto de Colombia, Ana María Castillo Rada – Pontificia Universidad Javeriana, Alejandra Saavedra Sánchez – Pontificia Universidad Javeriana, María Paula Ardila Rodríguez – Pontificia Universidad Javeriana, Juan Felipe Niño Quitian – Pontificia Universidad Javeriana, Christian Andrés Martínez Chivatá – Universidad Agustiniana, Natalia Carolina Rey Chaparro – Universidad Agustiniana y Julian A. Hernandez F. – Universidad Católica de Colombia


Refuncionalización de infraestructura Vial: Daniela Hernández Vesga – Pontificia Universidad Javeriana, Natalia Cruz Rodríguez – Pontificia Universidad Javeriana, Carolina Andrade Arrunategui – Pontificia Universidad Javeriana, Andrés David Triana Díaz – Universidad Piloto de Colombia, Laura Gabriela Barreto Paez – Universidad Piloto de Colombia, Nelson David Salcedo Barrera – Universidad Agustiniana, Jairo Alberto Ardila Jimenez – Universidad Nacional de Colombia, Heidy Ximena Martinez Borda – Universidad Católica de Colombia y Yuri Catalina Ramirez Pérez – Universidad La gran Colombia

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