Chile, ubicado en el cordón de fuego del Pacífico, posee a lo largo de su cordillera el 10% de todos los volcanes del mundo [1]. En este territorio volcánico, originado por movimientos de placas tectónicas, es posible encontrar manifestaciones naturales de la energía geotérmica como géiseres, fumarolas, fuentes termales y piscinas de lodo caliente. En este escenario, existen condiciones para la instalación de proyectos de energía geotérmica que implicarán transformaciones y nuevas oportunidades de desarrollo.
En este contexto se elaboró la tesis “Parque meteorológico altoandino: catalizador de experiencias atmosféricas, planta geotérmica Río Juncalito”, desarrollada por Constanza Bianchini en el taller de investigación y proyecto “Energía y Territorio” a cargo de los profesores Ignacio García Partarrieu, Arturo Scheidegger (UMWELT) y Pilar García, dentro del magíster de Arquitectura y Paisaje en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En esta tesis se considera la energía geotérmica de la manera en que plantean Berrizbeitia y Folch: como “una oportunidad para volver a conceptualizar la infraestructura como agente regenerador del paisaje desde lo productivo-social: que plantea el desarrollo del turismo y las nuevas conectividades de aquellos territorios que hoy son venerados en su profundo aislamiento” [2].
Mapa conceptual de actores
La tesis se enmarca en el territorio altoandino de la Provincia de Chañaral (Región de Atacama), el cual, tanto desde una mirada energética como escénica y ecológica, posee una riqueza enorme. Integrar la energía geotérmica a este territorio significa, en un principio, articular los procesos productivos con los procesos naturales del lugar y, segundo, utilizarlos para activar su potencial turístico. Este tipo de producción de energía puede incidir en nuevas condiciones atmosféricas y climáticas al contar con una fuente de calor que contrasta con las condiciones de temperatura fría y de vientos existentes en el altiplano, convirtiéndolo en un recurso de valor proyectual y paisajístico.
La energía geotérmica es una tecnología sostenible que no ejerce prácticamente ningún efecto perjudicial sobre las personas y el medio ambiente. De este modo, la planta geotérmica y su sistema también se pueden utilizar en paralelo para otros fines. Atelier diepe geothermie [3] (investigación desarrollada por la oficina de arquitectura 51N4E y la asociación LABO Space), plantea en relación a esta energía que los paisajes de infraestructura suponen una redefinición del concepto de paisaje, donde la infraestructura no se considera simplemente como un proveedor de espacio adicional, sino como una infraestructura integrada y/o ecológica.
Despiece de una planta geotérmica
La investigación explora las posibilidades atmosféricas, sensoriales y escénicas de la planta geotérmica que hacen que funcione como un catalizador de experiencias atmosféricas que ponen en valor ciclos climáticos propios del lugar. De esta manera, los subproductos de esta energía se convertirían en un valor agregado, con la inserción de la planta monofuncional en algo multifuncional y experiencial.
El proyecto es un modelo que compatibiliza una planta geotérmica con el turismo y con el territorio altiplánico. Por tanto, es un detonante de activación en la zona que permite generar un mayor flujo de turistas, por lo que debe responder a estos posibles usuarios, ya sean grupos especialistas de montañistas o investigadores científicos, o bien grupos aficionados a la aventura, incluidos grupos familiares. El interés por generar una configuración de este tipo nace de poder aportar propuestas de compatibilidad entre la geotermia y el turismo, debido al potencial de intervención de esta energía a lo largo de toda la cordillera chilena y de la pocas propuestas de este tipo existentes no solo en Chile, sino en el mundo.
Los procesos y componentes de la geotermia implican un sistema de distribución de aguas a distintos estados y temperaturas que son relacionables con imaginarios de paisajes, sensaciones, atmósferas y referentes de situaciones que vinculan a un espectador desde lo sensitivo y experiencial. La introducción de una infraestructura como esta trae nuevas condiciones generadas a partir de puntos de liberación de vapores, la línea de calor en gradiente de temperaturas y puntos de acumulación de aguas a distintas temperaturas.
Gradiente térmico Parque meteorológico
Los ciclos de conducción de calor de la geotermia, los ciclos hidrológicos y la generación de nuevas atmósferas, llevan a entender esta infraestructura tecnológica desde la aproximación de la arquitectura meteorológica. Este concepto fue acuñado por el arquitecto suizo Philippe Rahm, el cual clasifica sus proyectos según variables dinámicas y fenómenos con los que trabaja como: evaporación, convección, digestión, radiación, presión y conducción.
Mediante el desarrollo de un proyecto de arquitectura meteorológica, es posible reorganizar flujos y procesos productivos geotérmicos en función a condiciones meteorológicas temporales del lugar.
Entonces, el proyecto que se plantea es un Parque Meteorológico: es una propuesta de arquitectura meteorológica por trabajar con las variables meteorológicas del lugar (temporalidad en ciclos del agua, nieves, vientos, temperaturas, sombras) en un clima de tundra de alta montaña al que la geotermia introduce nuevas condiciones climáticas y atmosféricas.
A partir de la manera en que se configuran distintas plantas geotérmicas, el proyecto propuesto se entiende a la manera que plantea Bernard Tschumi en el Parc de la Vilette, bajo tres principios de organización: superficies, líneas y puntos.
Las superficies son las piscinas de decantación de gran escala que acumulan aguas cálidas y frías en los pozos geotérmicos. El paisaje de la geotermia es compatible con la generación de paisajes de aguas termales, las cuales en el proyecto son trabajadas a menor escala. Este paisaje de aguas temperadas tiene que ver con otra dimensión que es del disfrute y el ocio.
Vista general de masterplan
Las líneas son los ductos que transportan el fluido geotérmico. Hay una posibilidad de diseñar estéticamente los ductos geotérmicos como líneas en el paisaje, ya que se cuenta con una flexibilidad de distribuir y replantear los flujos más allá de lo estrictamente técnico. Además, a partir de estos es posible separar una parte del calor por medio de intercambiadores de calor para calentar recintos de programas recreativos, productivos y educativos. En países como Islandia, Nueva Zelanda y Estados Unidos existen establecimientos balneológicos [4] en los alrededores de plantas geotérmicas, donde se aprovecha el agua de baja a mediana temperatura también para la instalación de invernaderos, piscicultura, calefacción de edificios, entre otros.
Los puntos se producen donde los ductos geotérmicos, debido a las altas temperaturas del fluido que transportan, requieren de dilatadores térmicos (llamados omega). En el proyecto se explora cómo este plegamiento se puede maximizar en una serie de variaciones, con el fin de producir otro tipo de efectos entre la interacción entre la temperatura del ducto en contraste con las condiciones climáticas del momento. Por ejemplo, donde el ducto posea altas temperaturas, en invierno derretirá la nieve generando una huella de tierra visible o, cuando llueva, la lluvia fría al chocar con el ducto caliente producirá un efecto de neblina por evaporación.
Estaciones meteorológicas
Además de líneas, superficies y puntos, se incorporan otros elementos: las atmósferas de vapor. Estas son las columnas de vapor liberadas en el proceso productivo de la planta, que son una pérdida de calor necesaria del proceso. Son consideradas un subproducto que posee una cualidad atmosférica que es posible poner en valor a través del diseño. Además, estas significarán un aporte de humedad que podrían activar el crecimiento de una mayor vegetación a la existente, creando nuevas micro-ecologías.
Al replantear la infraestructura bajo el concepto de parque meteorológico, hay una búsqueda de vinculación con lo que nos rodea, sus dinámicas y ciclos, desde una manera experiencial. Al trabajar con lo meteorológico, el proyecto se centra en producir efectos, sensaciones, atmósferas o fenómenos de las variaciones climáticas propias del lugar que se convierten en material de proyecto. Por último, en cuanto a lo formal y a la escala territorial de la geotermia en el paisaje, su infraestructura puede llegar a aportar una nueva estética al sitio.
Maqueta territorial: Atmósferas de vapor
Autora: Constanza Bianchini Törey
[1] Historia de la geotermia en Chile. Recuperado en:[http://www.achegeo.cl/energiageotermica.html]
[2] BERRIZBEITIA, Anita, FOLCH, Tomás. Colonizing the last frontiers: the potential of energy landscapes in Chilean Patagonia. En: Revista ARQ, núm. 89, abril, 2015.
[3] LABO Space, 51N4E. Atelier diepe geotermie. Diciembre 2015.
[4] Recuperado en: http://www.achegeo.cl/energiageotermica.html