El paisaje natural de cada lugar da imagen y carácter a un espacio que luego reconocemos e interpretamos, dando una identidad particular irrepetible. No obstante, la naturaleza se transforma a ritmos propios, modelando nuevos escenarios que modifican la forma en que percibimos nuestro territorio, como es el caso del desierto florido de la Región de Atacama.
Quebrada Totoral, Región de Atacama, 2017
Este fenómeno se extiende desde altiplano hacia las costas ramificándose por el interior de las quebradas, es producido por la acumulación de lluvias que superan la media anual, activando las semillas que se encuentran en estado de latencia, permitiendo el afloramiento de una amplia diversidad de especies(1), especialmente de flores silvestres. Este paisaje temporal, no ocurre anualmente, solo en cuanto las condiciones extremas de lluvia permiten una acumulación suficiente para activar una nueva ecología transitoria. En el año 2015, el aluvión ocurrido el 25 de marzo, generó grandes desastres en las ciudades que se vieron sobrepasadas con la cantidad de lluvia caída en la cordillera, sin embargo, esto generó las condiciones óptimas para la activación de semillas, permitiendo que desde abril a noviembre, el desierto se colmara de colores.
Parque Nacional Llanos de Challe, Región de Atacama, 2015
La belleza que explota en pleno desierto transforma este territorio por un tiempo indefinible, dado que depende de condiciones climáticas que no son predecibles, dado que las lluvias ocurren en un tiempo acotado, como lo fue en mayo de 2017, donde la caía de 25 a 30 mm en un día (2), permitió la floración de una de las mayores extensiones de territorio que se tenga registro (3).
Carrizal Bajo, Región de Atacama, 2017
Este paisaje efímero, nos presenta un momento espontáneo de belleza, donde la admiración por el mismo, puede exponer la alta fragilidad de su ecología. Si bien este espectáculo puede atraer muchos visitantes, estas áreas no están en su mayoría, no están dentro de las administraciones turísticas o ecológicas de protección, a excepción del Parque Nacional Llanos de Challe. Actualmente, la manifestación de este fenómeno ha aumentado, lo que ha generado interés en los gobiernos locales, y en los organismos competentes.
Quebrada Totoral, Región de Atacama, 2017
La transformación temporal de un territorio, especialmente, para el caso del desierto florido de la región de Atacama, nos abre una puerta a la reflexión desde como proyectamos el desarrollo de políticas de protección de áreas “especiales”, en base a que estas se transforman esporádicamente, permitiendo la floración de especies, acompañada de la aparición de insectos, aves y reptiles, donde habitualmente encontramos un vasto desierto.
Ruta 5 Norte Copiapó – Vallenar, Región de Atacama, 2017
Texto e imágenes: Carla Nova ©
Bibliográfica
1.Guía Visual Flora Parque Nacional Llanos de Challe, Departamento de Ciencias Ecológicas, Facultad de Ciencias, Universidad de chile.
2.Dirección Meteorológica de Chile.
3.Según modelo en ARGIS de José Espinoza Aburto, Académico Universidad de Atacama; video publicado:
https://www.facebook.com/geo.joseespinoza/videos/10212034381189493/.