De vuelta de las Torres del Paine y tras unos largos y agotadores días en la Patagonia chilena, ya cayendo la noche el autobús que nos traía de vuelta a la ciudad de Puerto Natales sin planificarlo nos dejó al frente de uno de los lugares icónicos de esta ciudad, que hasta el momento no habíamos podido visitar.
Se trata del histórico muelle de Braun & Blanchard o conocido también como el Muelle de Cormoranes, el cual fue construido en tiempos del auge de la actividad ganadera de la ciudad y posteriormente incendiado en los años 20 producto de una revuelta obrera, quedando en pie únicamente sus pilares que lo han convertido en una de las postales imperdibles del sur de Chile.
Una vez descendimos del autobús nos recibe un paisaje sobrecogedor. Era un momento perfecto, en donde el paisaje se desnuda y el pensamiento queda en blanco maravillado por la belleza y la inmensidad del lugar. No podíamos creer que siendo casi las 23:00 horas en el horizonte aun fuera día, había poco viento, las aguas del Canal Señoret se mezclaban con las nubes en el horizonte, generándose multiplicidad de tonalidades de azules, que cubrían las montañas y convirtiéndolas en una especie de telón de fondo, en donde el muelle alumbrado por una tenue luz amarillenta le daba un toque extraordinario a la escena.
Sacamos nuestras cámaras y las dejamos grabando, mientras permanecíamos en silencio en este lugar por alrededor de una hora, en donde sin importar el frió ni el cansancio acumulado lo único que queríamos era contemplar el paisaje y guardar ese momento único para la posteridad.
Especificaciones
Iso:100
f/ 4.5
30 seg.
Texto e imagen: Carlos Lince ©