En el páramo de Guerrero existe disputa entre el cuidado del ecosistema de alta montaña, derechos humanos y soberanía de sus habitantes, no queremos páramos sin gente, ellos quieren permanecer en su territorio, desde luego la memoria nos llevará a contribuir a la solución de la disputa. Por ello hoy resaltamos tres reflexiones por parte de doña Luisa, quien tiene 72 años viviendo en el pàramo de Guerrero.
- En ese tiempo, todo era páramo, tocaba hacer los barbechos con bueyes y azadones, sembrábamos una papa amarilla que le llamábamos "quiteña" que era como hoy la pera, hibias, chuguas, cubios y tallos "todo eso era lo que se hallaba".
- Estos cultivos se fueron acabando, porque las criaturas que ahora se están criando, ya no comen esos alimentos, "que disque son feos los recaditos", "antonces dicen que las chuguas por lo que son babositas, son para los marranos".
- Andespués se empezó a sembrar trigo y cebada y con ello llegó "el tractor", andespués llegó el gran agricultor "los ricos" y empezaron a sembrar papa por todo lao. El Carbón mineral no se usaba, se usaba era el carbón de palo, se picaba la leña y se echaban en los hornos, se tapaban con paja y tierra, y a lo que tuviera ese carbón, se desonaba, se apagaba con tierra y se echaban en costales pa' llevar pal pueblo. En Río Frío había mucho pescado, hubo una época en que el municipio trajo la trucha, antonces principiaron a llegar las minas de carbón, y el gas del carbón mató el pescado; en el río arriba, en la quebrada el Alisal todo se dañó.- Hoy por día, el estilo es éste, ya toda la juventud se va pa la universidad, antonces ya pal páramo ya no salen, prefieren aguantar hambre en la ciudad. Uno en el campo no esta pagando servicios tan costosos.- Yo, Dios y mi páramo porque fue donde me crié y aquí hasta mis últimos días.
Juzguen por ustedes mismos si pertenecen a una rama de individualidad siguiendo la simple supervivencia o si pertenecen a aquellos que pueden contribuir y fomentar la ruta del viaje armónico con el cosmos. Por lo tanto se sugiere que a la hora de ordenar la casa se entienda que el territorio va más allá del espacio físico y geográfico, que se le debe comprender desde las diferencias en concebir el espacio, de construirlo y construirse a través de las relaciones con el entorno; relaciones que en su conjunto generan ese construirse a sí mismo, a lo cual se le llama territorialidad, este relato se hace con el ánimo de replantear el modelo de desarrollo basado en industria y urbanismo.
Texto e imágenes: Johanna González ©